miércoles, 17 de junio de 2009

Manual de la mamá irreverente


  • Poco antes de que la casa le quede pequeña (sí, esa que durante 9 meses ocupó y que tu conoces como tu panza) trata de preparar tu ojos, tacto, oído, olfato y gusto, para que disfrutes de las sensaciones mas extremas. Eso incluye el aroma dulzón a leche materna, la mirada de borrego que solo habías experimentado cuando te enamoraste de su papa, el llanto a veces tierno a veces de película de terror, el característico olor de pañales "posterior a...", el sabor de sus lagrimitas saladas, entre otros estrenos.
  • Recuerda que, así no cantes, para el o ella tu eres Latin American Idol. Para la gran personita de tu vida lo mas importante es sentir tu voz. Revuelve tu memoria y echa mano de aquellas tonadas infantiles que cantabas a todo pulmón cuando tenias 6 años, o tal vez inventante una...eso es mas exclusivo. Todo vale: desde "Susanita tiene un raton..lalalalal" hasta "Un globo, dos globos, tres glooooobos...la luna es un globo que se me escapóooo...lulululu".
  • Lo anterior se aplica también para tus (muchas, pocas o nulas) dotes histrionicas. Inventa (o imita) personajes y voces. Experimenta hasta llegar con el tono único, ese que la "gran personita" aprueba con una mirada, con su calmado silencio y (poco tiempo después) con su sonrisa. Hey! no se trata de que te vuelvas un payaso, sino que apliques una comunicacion divertida. No obstante, si no te queda mas que convertirte en payaso trata de que sea uno del Cirque Du Soleil...un poco mas trabajado. Digo yo...
  • Aprende a hacer todo lo anterior mientras realizas tus tareas diarias (sí, esas que hacías normalmente cuando no había llegado la "gran personita"). Esto es muy importante si eres de aquellas que no tiene mucha paciencia y/o concentración. Ejemplo: prueba a escribir tu blog al mismo tiempo que silbas una canción bizarra (de esas que eventualmente escuchas en AM) y mueves su cuna con el pie. Toda una proeza de ritmo físico y mental!

martes, 16 de junio de 2009

El lado oscuro de la fuerza

Va de confesión: la razón de que no me gustara mucho la saga de Star War cuando era peque se debía a que no entendía mucho aquella maraña de galaxias, criaturas de otros mundos y sobre todo el lío de las "fuerzas". No obstante, mas o menos seguía la historia para no sentirme excluida de las conversaciones de mis compañeros escolares. Digamos que era una cuestión de cultura y de ego...que así juntitos definen la imagen de alguien, digo yo.
"Que la fuerza te acompañe" se oía a algún maestro Jedi decir a algún discípulo guerrero y es hasta ahora que "me cae el 20" de la lógica redonda de la vida...aunque suene muy New Age. Vaya que si no, pues resulta que aquello de la fuerza no es mas que las emociones que mueven...pues lo que sea que vayamos a hacer! Fuerza, luz y sombra. Ese el triangulo de la vida, según el lunático George Lucas.
El bien y el mal, sol y tinieblas, dulce y ácido, blanco y negro. Contraposiciones en las que nos debatimos para intentar vivir en el "deber ser" de una sociedad políticamente correcta...o hipócrita, es lo mismo. Si a este coctel le agregamos la guinda de la religión (cualquiera, ustedes escojan) lo que tenemos es una bomba que nos mantiene en un limbo sin libertad.
Yo que siempre me había considerado radical en todo, sin matices de gris, sin penumbra, pues ahora resulta que pienso que en ese "vaso medio lleno, medio vacío" de sentimientos y emociones, de lo sosegado y lo visceral, esta el equilibrio.
Mientras, en algún lugar de tu cerebro el lado luminoso de "la fuerza" te ordena "buenas" emociones, del lado oscuro tu dudas de tus buenas intenciones. Entonces, digamos que pensaba que era como un Luke Skywalker. Pero, ah! no puedo negármelo: Dark Vader respira mas fuerte en mi cada día.
De todas maneras sigo siendo un Jedi. Que la fuerza me acompañe.