miércoles, 2 de julio de 2008

Maestros

Alguien a quien respeto mucho me contó, hace un par de meses, su teoría particular (pero a la vez universal) sobre cómo nos conectamos con las personas de nuestro entorno. Con esa gente que viene a bien acompañarnos en la vida, ya sea a ratos efimeros o por un trecho más largo. Con esa gente que no entiendes cómo llega o para qué, que pueden ser más jóvenes o más viejos que tu, que no se parecen en nada a ti, que de la nada te pueden querer o tal vez odiar, admirar o envidiar, cuidarte o ponerte zancadillas, acompañarte o en ocasiones dejarte muy solo.

Dice mi amiga que ellos son nuestros maestros. Vienen, como hadas, a romper hechizos. Vienen, como samurai, a enseñarte un arte milenario de guerra y paz. Vienen a devolverte la frescura, la creatividad, la espontaneidad de niño, sin siquiera proponérselo. Llegan para llenarte la existencia sin saberlo...ni ellos ni tu. Vienen a hacerte mejor ser humano.

Hoy, sentada en un banco de mi parque, cerré los ojos y vi pasar muchos que han sido mis maestros. Unos, personas buenas; otros, no tanto. Lo cierto es que en el inventario atrapé al vuelo la presencia de un par de ellos que aparecieron en mi vida hace apenas un parpadeo, que son como luciérnagas brillantes, aunque a veces ni ellas mismas se lo crean. Ellas son mis maestros. Y si me preguntaran qué me han enseñado diría que a rescatar mi sonrisa más primitiva.

No era al revés como pensaban. La inspiración la irradian ustedes, no yo. Las que saben del mundo (transparente e iluminado) son ustedes, no yo. Desde el portal de este parque les envío un guiño de complicidad. Aquí estaré...arrullando a la luna. Ahora más que nunca.

1 comentario:

*GenA* dijo...

Caramba quisiera conocer a esa persona que te explicó la teoría de la conexión con otros (yo prefiero llamarlo empatía), para sostener una larga conversación, pues pienso que ese tipo de situaciones sólo pasan y no tienen explicación.

Sin embargo, comparto eso de los maestros. Definitivamente hay gente que deja marca en nuestra vida, una marca positiva.

Es bueno que tengas personas cercanas que te inspiren, que te iluminen. Tanto tú, como ellos, son afortunados